Historia de Cupido: Representa uno de los símbolos más icónicos de San Valentín como un niño con alas y en sus manos lleva un arco con flechas.
Historia de Cupido
Estas flechas son disparadas tanto a dioses como humanos, consiguiendo que aquellos que han sido flechados se enamoren profundamente.
Otras veces tiene los ojos vendados, esto para demostrar que el amor es ciego.
La historia de amor perteneciente a cupido está narrada de forma más amplia en la novela latina El asno de oro o La Metamorfosis de Apuleyo (s. II d.C.).
¿Como era conocido antes?
Cupido era conocido bajo el nombre de Eros en la antigua Grecia, el joven hijo de Afrodita, la diosa del amor, la fertilidad y la belleza.
Por los romanos era considerado el Dios del amor hijo de Marte y de Venus antes considerada la diosa romana de los jardines.
Cupido oficiaba como asistente de su madre Venus, regía la fuerza primordial del amor que era llevado a los mortales.
El joven era carismático, pícaro, pero en ocasiones actuaba con crueldad para con sus víctimas, debido a que no tenía escrúpulos.
En su espalda cargaba con dos tipos de flechas las doradas con plumas de lograban que el amor se dé forma instantánea y las de plomo con alas de búho eran causantes de la indiferencia.
El gran poder que tenía consigo – Historia de Cupido
Tras ser consciente del gran poder que tenía consigo, en ocasiones no accedía a las peticiones que venían de parte de su madre ni del resto de los dioses de interferir en el curso de la vida de algunos mortales, por ende, era el causante de varios percances a los dioses.
Un día Cupido se enfureció con Apolo, debido a que este se burlaba constantemente de sus habilidades como arquero, como venganza hizo que Apolo se enamorara de la ninfa Dafne.
Pero a ella le disparó con la flecha con punta de plomo.
Dafne rezó al Dios río Peneo en busca de ayuda y entonces fue convertida en un árbol de laurel, que se consagró a Apolo.
Entre acciones rebeldes y traviesas, Cupido cumplía con su cometido.
Con el paso del tiempo Venus empezó a preocuparse por la estatura de su hijo, al ver que este no crecía fue con el oráculo Temis en busca de una respuesta, y este le dijo: “Si no hay pasión el amor no crece”.
Al principio Venus no pudo comprender lo que el oráculo le había dicho hasta que llegó su hijo Anteros, Dios de la pasión.
Cuando se encontraba con él, Cupido crecía e iba convirtiéndose es un apuesto joven, pero cuando se encontraban separados, pasaba a ser un niño de nuevo.
Por otra parte, en la Tierra de los mortales habitaba una princesa de nombre Psique, cuyo significado es alma.
Quien a pesar de ser tan hermosa no podía encontrar marido, debido que aquellos hombres que la idolatraban no se sentían dignos de la princesa.
La envidia de Venus
Venus sintió envidia por la imponente hermosura de la princesa Psique, a causa de eso le ordenó a Cupido que hiciera que se enamorara profundamente del hombre más desagradable, vil y feo que exista en el mundo.
A sabiendas de que se encontraba al borde del abismo, envió a su hijo para que lance sus flechas pero una vez que éste la vio, se enamoró de la princesa y creció hasta convertirse en un joven apuesto.
Ignorando el pedido de su madre, como por arte de magia Cupido la llevó a un castillo lejano y se casó con ella, pero con la condición de que como simple mortal, no debía mirarlo.
Psique al sentirlo tan cerca y escuchar su dulce voz no sintió medio, tenía la seguridad de que no estaba con un monstruo, sino con el esposo que desde hace tiempo había deseado.
Su esposa lo miro
Cupido la visitaba todas las noches, pero siempre con la petición de que no mirara su rostro.
La pareja vivía felizmente hasta que las envidiosas hermanas influenciaron a la princesa a que rompiera con la condición impuesta por los dioses, así lo hizo y miró a su marido.
Como consecuencia de esta acción, Cupido la abandonó y con tristeza se despidió diciéndole: “Sin confianza el amor no puede vivir”.
Psique terminó siendo expulsada del castillo, pero arrepentida recorrió el mundo en la búsqueda de su amado, atravesando múltiples, dificultosos y peligrosos desafíos que fueron obra de Venus.
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La ultima instrucción
Como última instrucción se le otorgó una pequeña caja, la cual debía ser llevada AL inframundo.
Tenía el deber de llevar un poco de belleza a la esposa de Plutón, Proserpina pero como advertencia, pase lo que pase la princesa no debía abrir la caja.
Psique se preparó para emprender su viaje hacia el inframundo.
Durante el trayecto superó los diversos peligros gracias a los consejos que le habían dado.
No obstante, la curiosidad la venció y abrió la caja, en ese mismo momento cayó en un sueño profundo que parecía la muerte.
Cuando Cupido la encontró, retiró el sueño mortal de su cuerpo y nuevamente lo colocó en la caja.
Finalmente fue perdonada por ambos, hasta inclusive los dioses se vieron conmovidos por el amor de Psique hacia Cupido.
Tanto que luchó incansablemente para volver a encontrar a su amado.
Felizmente Cupido y Psique La recompensa
Como recompensa la transformaron en una diosa para que pudiera reunirse con Cupido.
El Amor y el Alma pudieron estar juntos tras una serie de pruebas difíciles.
Poducto de esta unión nació una niña de nombre Voluptas, que significa “Placer”, del cual derivan términos como voluptuosidad.
En base a esta historia, ambos personajes del amor son representados con corazones atravesados por una flecha.
La flecha perteneciente a Cupido.
“El amor no mira con los ojos, lo hace con el espíritu: por eso el alado Cupido es pintado como ciego”. Shakespeare.
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