El mejor truco para que tus ollas quemadas luzcan como nuevas: Solo necesitarás dos ingredientes las cuales son vinagre y el bicarbonato de sodio
Solución para las ollas quemadas
En general, las ollas de acero inoxidable son recipientes resistentes y fáciles de limpiar, pero sus paredes exteriores y bases pueden ir perdiendo brillo y adquiriendo colores más opacos, resultado de los años de uso, la exposición con el calor y el contacto con los alimentos, sobre todo con aquellos más grasos.
Es posible que estas manchas no supongan un problema para seguir cocinando con nuestras ollas, pero sí pueden provocar que el utensilio parezca sucio, incluso después de haberlo lavado.
Más de uno se habrá dado por vencido pensando que no hay modo de deshacerse de estas marcas. Sin embargo, existen métodos para retirarlas que no exigen ni demasiado tiempo ni dinero.
Para el truco que se explica a continuación solo se necesita vinagre blanco y bicarbonato de sodio, y el resultado es más que satisfactorio.
Cómo conseguir que tus ollas quemadas luzcan como nuevas
1- Disolver el bicarbonato de sodio en un bol con vinagre. Remover bien para que los ingredientes se integren, hasta obtener una pasta.
2- Impregnar la base y las paredes de la olla con la mezcla resultante. Dejar reposar la mezcla entre 10 y 20 minutos, dependiendo de las manchas del utensilio.
3- Mojar la esponja en vinagre y empezar a frotar bien todas las paredes de la olla. Puede usarse una esponja metálica si las manchas se resisten.
4- Si aún así quedan manchas, debe repetirse la operación todas las veces que haga falta.
Bicarbonato y vinagre, una combinación ganadora
Este sistema también nos servirá para limpiar sartenes u otro tipo de recipientes. Igualmente, el bicarbonato y el vinagre pueden sernos muy útiles para la limpieza de algunos electrodomésticos, como el horno.
Fuente: La Vanguardia