Serie de Netflix ayudó a encontrar a una niña secuestrada: Un hecho digno de película ha protagonizado la Policía de Asheville, en Carolina del Norte, Estados Unidos. Después de seis largos años de búsqueda, lograron localizar a una joven que había sido secuestrada por su propia madre. Pero lo que hace este caso particularmente notable es que su hallazgo fue posible gracias a una serie de Netflix y la astuta observación de un espectador.
Un caso de desaparición en la pequeña pantalla
La joven, llamada Kayla Unbehaun, tiene ahora 15 años de edad. Desapareció cuando tenía 9 años y fue encontrada a más de 965 kilómetros de la residencia de su padre, situada en Illinois. Durante todo este tiempo, el padre de Kayla no cesó en su empeño por encontrar a su hija, según informa la cadena CNN.
El caso de Kayla fue presentado en la reciente temporada de “Unsolved Mysteries”, una serie de la plataforma Netflix que relata “historias verídicas de desapariciones desconcertantes, crímenes horrendos y encuentros paranormales”, tal como la describe la plataforma.
Netflix confirmó la noticia a través de sus redes sociales. “Un comerciante de Carolina del Norte reconoció a Kayla Unbehaun, quien fue secuestrada en 2017 por su madre, privada de la custodia”, y alertó a la Policía. “¡Un espectador de Unsolved Mysteries ha resuelto un caso!”, afirmó el gigante del streaming.
La historia detrás del secuestro
Heather Unbehaun, la madre de Kayla, había perdido la custodia de su hija, según información del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados. La CNN informa que Ryan Iserka, el padre de Kayla, obtuvo la custodia total a principios de 2017, mientras que la madre solo tenía permisos de visitas supervisadas.
Pero un día, cuando Iserka fue a buscar a Kayla después de una de estas visitas, descubrió que madre e hija habían desaparecido. En julio de 2017 se emitió una orden de arresto por secuestro contra Unbehaun.
El final feliz tras una larga espera
Iserka lanzó una campaña en redes sociales para intentar encontrar a su hija. Su esfuerzo dio sus frutos el pasado sábado, cuando un hombre, tras ver a Kayla en la serie, llamó a la policía para decir que la había reconocido en una tienda.
Heather Unbehaun fue detenida el mismo sábado y Kayla fue devuelta a su padre. Iserka, agradecido, expresó en redes sociales su agradecimiento por la ayuda de la ciudadanía y pidió privacidad para él y su hija, ya que ahora inician un “nuevo comienzo” tras el esperado reencuentro.
Una serie de Netflix que ayuda a resolver casos reales
Unsolved Mysteries, la serie de Netflix que destacó el caso de Kayla, ha ayudado a arrojar luz sobre una variedad de misterios sin resolver. El formato del programa permite a los espectadores sumergirse en los detalles de cada caso, ofreciendo la posibilidad de reconocer pistas o información relevante que podrían ayudar a resolverlos. En este caso, la visibilidad que el programa brindó a la historia de Kayla fue clave para su localización.
Aunque los creadores de la serie no pudieron prever este giro de los acontecimientos, el impacto del programa es innegable. En la era digital, con el alcance global de las plataformas de streaming, las historias pueden llegar a una audiencia masiva de una manera que era imposible antes. Este caso demuestra el poder que tiene el entretenimiento, no solo para entretener, sino también para hacer el bien.
Un nuevo comienzo para Kayla
Ahora, con el desenlace de este episodio de sus vidas, Kayla y su padre están listos para empezar un nuevo capítulo. Después de pasar años separados, ahora se les presenta la oportunidad de recuperar el tiempo perdido y de construir un futuro juntos. El padre de Kayla, a través de las redes sociales, agradeció la ayuda de la comunidad y pidió espacio y privacidad para que él y su hija puedan adaptarse a esta nueva etapa de sus vidas.
Este caso destaca la importancia de la participación ciudadana en la resolución de casos de desapariciones. La visibilidad es clave en estos casos, y el rol de los medios de comunicación y las plataformas digitales puede ser crucial para llegar a un feliz desenlace. En este caso, una serie de televisión, un observador atento y la acción policial oportuna ayudaron a poner fin a un secuestro y a reunir a una familia.
Este inusual desenlace es un recordatorio de que, a pesar de los desafíos, nunca hay que perder la esperanza. Con determinación, colaboración y un poco de ayuda de la tecnología moderna, incluso las historias más trágicas pueden tener un final feliz. En el caso de Kayla, esto es solo el comienzo de una nueva etapa en su vida.
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