Se vengó porque la echaron de su trabajo, le salió mal y fue sentenciada: La justicia consideró que su venganza fue sofisticada y que perjudicó a su ex empleador.
La joven finalmente se declaró culpable
Lauren Arafat, un mujer inglesa de de 30 años, trabajó solo dos días en un centro de spa, ubicado en la localidad de Bately, condado de Yorkshire, y fue despedida porque su jefa no quedó conforme con ella.
Buen comienzo
En 2019 había tenido una primera entrevista laboral con Sam Pearce, la dueña de The Potting Shed Spa, donde Lauren quedó seleccionada, según informó el diario Examiner Live.
El 30 de mayo de aquel año, Pearce la capacitó, le dio indiciaciones y le enseñó a usar un programa de computadora para agendar los turnos de clientes.
Despedida a los dos días
Para sorpresa de la joven, en su segundo día las autoridades quedaron disgustadas por supuestas conductas inapropiadas y resolvieron echarla.
“En su segundo día de trabajo, se comportó de forma errática y hubo una serie de problemas que dieron lugar a que la propietaria iniciara una reunión de personal y luego resolviera echarla”, manifestó la fiscalía.
La venganza
La ya ex empleada, luego de saber que no trabajaría más en el spa, salió de del edificio y se conectó con su teléfono celular al sistema interno del spa, haciéndose pasar por otro empleado.
Con su nombre cambiado, en ese instante borró 211 turnos programados de clientes que iban a asistir, haciendo que Pearce se quede prácticamente sin clientes.
Como consecuencia de esta acción, Pearce recordó que debió cerrar las puertas de su local por dos días. “La dueña tuvo que llamar por teléfono a los clientes para volver a agendar sus citas y también averiguar si se habían borrado otras”, manifestó la fiscalía.
“Ocurrió una devastación absoluta. La vergüenza y humillación fueron insoportables”, agregó la dueña. Pese a sus declaraciones, las autoridades no pudieron probar si la venganza de Arafat causó el cierre del spa.
Juicio y condena
En el juicio realizado por el tribunal Leeds Crown Court, los miembros de la corte consideraron que la ex recepcionista cometió una “venganza sofisticada” que duró 30 minutos.
“Usted eligió ocultar su identidad y poner la sospecha sobre otra persona. Usted estaba claramente motivada por la venganza” le dijo el juez Simon Batiste a Arafat, según The Sun.
La joven finalmente se declaró culpable y fue sentenciada a 250 horas de trabajo comunitario sin remuneración y 15 días de “actividades de rehabilitación”. En caso de no cumplir, podría agravarse su pena.
Fuente: Diario Hoy py
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