Una Noche de Celebración y Confusión
En una situación digna de una comedia, una comerciante ebria, Gabriela Rene Mereles Villalba, denunció el presunto hurto de su automóvil, solo para descubrir más tarde que lo había estacionado en otro lugar.
Gabriela, en un estado de intoxicación, acudió a la comisaría 2° de Encarnación, asegurando que le habían robado su Toyota blanco del 2008, después de dejarlo en marcha mientras realizaba una compra en una estación de servicio. Sin embargo, los agentes notaron su embriaguez y el relato poco convincente.
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La Revelación del Misterio: Olvido por Ebriedad
La policía, con ayuda de otra comisaría, pronto localizó un vehículo similar cerca del lugar. Resultó ser el mismo auto de Gabriela. La confusión fue producto de su estado de ebriedad, simplemente había olvidado dónde lo había estacionado.
Se la trasladó al hospital por lesiones menores y se informó al agente fiscal correspondiente para las acciones pertinentes.