Virgen de Caacupé: Con fiesta patronal el 8 de octubre, su historia se recuerda día a día y, cada año, miles de fieles peregrinan hasta su altar para poder agradecerle por todo.
La Virgen de Caacupé es sin dudas, una de las cuidadoras de nuestro país para los que profesan la religación católica.
La leyenda de la virgen de Caacupé data del año 1600 aproximadamente, un indio de nombre José iba hacia el bosque de del Valle Ytú, buscando alimentos y madera.
El indio José, era miembro de la misión Franciscana Jesuita, y se encontraba en un gran peligro en vista que el mismo estaba rodeado por la tribu de los mbayaes, quienes anteriormente no aceptaron la fe cristiana y se declararon acérrimos enemigos de los mismos.
La leyenda cuenta que en ese momento, el indio José tuvo la gran bendición de que le aparezca la Virgen María diciéndole “Ka’aguy Kupepé”, que en castellano se refiere a detrás de la yerba mate.
En ese lugar encontró un grueso tronco, que posteriormente le sirvió como refugio y escondite de la tribu de los mbayaes, el indio José se escondió y rogo a la Madre María para poder salir de la situación, mientras estaba tembloroso y nervioso sin saber lo que podía pasar.
Posterior a ello, los perseguidores del joven Indio José siguieron de largo y el mismo tomó del árbol la madera que necesitaba.
Leyenda de la Virgen de Caacupé
La leyenda dice que del mismo lugar donde apareció la Virgen María comenzó a brotar agua, y gracias a eso, los indígenas pudieron sobrevivir al calor intenso del mes de diciembre.
Del tronco que recogió, talló dos estatuas de la Virgen, una se quedó para la iglesia e Tobati, y la otra, de menor tamaño, la conservó el Indio José.
Años después, debido a la inundación causado por el Lago Ypacarai, apareció flotando un maletín cerrado con la estatua de la Virgen, desde entonces se le conoció como Virgen de los Milagros.
Hoy en día, cada semana del 8 de octubre, miles de feligreses van caminando rumbo al santuario de la Virgen de Caacupé para presentar sus ofrendas, agradecimientos, y peticiones, muchos acostumbran caminar desde Kurusú Peregrino, otros desde el peaje de Ypacarai etc.
La peregrinación
La peregrinación es todo un desafío, y más de un millón de paraguayos realizan este acto simbólico todos los años en forma de agradecimiento a la Virgen de los Milagros de Caacupé.
Es sin duda alguna, uno de los eventos anuales más importantes en nuestro país.
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Tradicionalmente los actos de peregrinación culminan el 8 de agosto, día de la Virgen de Caacupé con la misa central en la Basílica Menor de la ciudad de mismo nombre.
Posterior a ello, los feligreses retornan a sus hogares llenos de fe y agradecidos con la Virgen para afrontar un año más.