El periodista Mario Bracho se convirtió en víctima de un robo en su propia casa. La mañana después de haber finalizado un importante proyecto literario, Bracho descubrió que su notebook, una herramienta esencial para su trabajo y contenedora de valiosos archivos personales y profesionales, había sido sustraída por delincuentes que aprovecharon su ausencia para irrumpir en su hogar.
Mario Bracho expresó su desolación no solo por el valor material del objeto robado sino principalmente por el contenido irrecuperable que residía en el dispositivo. Este contenido incluía un libro que había concluido la noche anterior, destinado a ser publicado próximamente. La situación es particularmente desgarradora para Bracho, quien había enfrentado tiempos difíciles y veía en la escritura del libro una forma de superación y expresión personal.
La entrada de los ladrones a su domicilio se debió a un descuido en la seguridad, según relata el propio periodista, quien admitió no haber asegurado su puerta adecuadamente. Este suceso marcó la primera vez en 61 años que su hogar fue vulnerado de tal manera, lo que subraya la sorpresa y el impacto del incidente.
Bracho hizo un llamado a una mayor rigurosidad por parte de las autoridades judiciales y policiales
Además de compartir su experiencia personal, Bracho hizo un llamado a una mayor rigurosidad por parte de las autoridades judiciales y policiales en el manejo de estos delitos. Relató el caso de una vecina, también víctima de un robo, cuyo agresor fue liberado poco tiempo después por disposiciones judiciales, solo para volver y amenazarla. Esta situación, según Bracho, refleja una problemática mayor relacionada con la seguridad ciudadana y la impunidad con la que operan algunos delincuentes, aprovechándose de las personas trabajadoras.
Este triste evento pone de relieve no solo la pérdida personal y profesional de un individuo sino también la necesidad urgente de medidas más efectivas y disuasorias contra el crimen en la comunidad. Bracho, en su testimonio, destaca la importancia de una justicia más estricta y acciones concretas para proteger a los ciudadanos de actos delictivos que no solo amenazan su seguridad física sino también su bienestar emocional y económico. La comunidad, según él, debe unirse y exigir cambios para garantizar la seguridad y la tranquilidad de todos sus miembros.
Fuente: Diario Extra Py