Óscar Germán Vázquez González, conocido como “Chuchu’i”, fue asesinado a tiros en su casa en el barrio San Rafael de Ciudad del Este. La víctima, de 31 años, tenía un historial de atracos y había denunciado previamente a la Policía por extorsión.
Según reportes, Vázquez González había acusado a agentes de Investigación de Delitos de “apretarlo” para que les diera dinero bajo la amenaza de implicarlo en robos. Sin embargo, la Policía señaló que “Chuchu’i” tenía antecedentes por robo y era investigado por al menos dos atracos.
El ataque ocurrió alrededor de las 21:30 del sábado, cuando Vázquez estaba en su vivienda rodeado de familiares. Un sicario, que viajaba como acompañante en una motocicleta, le disparó al menos cinco veces en la cabeza, matándolo al instante frente a su madre y otros parientes. Tras el ataque, el asesino y su cómplice huyeron en la moto.
El historial de Vázquez incluye antecedentes por robo agravado con resultado de muerte o lesión grave en 2020, y otros robos agravados en 2020 y 2021.
En el lugar del crimen intervinieron agentes de Investigación, Criminalística y el fiscal Carlos Almada, quien ordenó el traslado del cuerpo a la morgue del Hospital Regional de Ciudad del Este para una inspección forense.
“Puede que me encuentren en la cuneta, puede que no encuentren mi cuerpo”, había dicho Vázquez cuando denunció a los policías por presuntamente pedirle dinero a cambio de no implicarlo en robos.
Aunque decía ser un comerciante que compraba y vendía mercaderías, incluyendo vehículos, la Policía lo vinculó con grandes atracos de cargas en los últimos años. Su denuncia contra los agentes surgió tras ser investigado por el robo de un depósito, de donde se había sustraído un cargamento millonario de teléfonos celulares. Vázquez presentó una copia de un circuito cerrado que, según él, demostraba que estaba en casa en el momento del robo.
El asesinato de “Chuchu’i” deja preguntas en el aire: ¿fue una venganza por sus denuncias contra la Policía o un ajuste de cuentas por su pasado delictivo? Mientras las autoridades investigan, el barrio San Rafael sigue conmocionado por la brutalidad del crimen.