La Caja Fiscal cerró el 2020 con un déficit de un poco más de G. 1 billón, equivalente al 30%, debido a la diferencia entre los egresos que fueron por alrededor de G. 3,4 billones y los aportes que llegaron a G. 2,4 billones, de acuerdo con los datos de la Dirección General de Jubilaciones y Pensiones (DGJP), dependiente de la Subsecretaría de Estado de Administración Financiera (SSEAF) del Ministerio de Hacienda.
Como ya es histórico, el sector civil compuesto por maestros arrastra un déficit de 43%, que representa G. -612.031 millones, lo cual se cubre mensualmente con los aportes de los demás componentes del sector que son empleados públicos, magistrados judiciales y docentes universitarios, los cuales mantienen una situación superavitaria de 84%, 38% y 22%, respectivamente, al cierre del ejercicio fiscal 2020.
El sector de las Fuerzas Públicas, compuesto por militares y policías, mantiene un elevado déficit de 78% y 62%, respectivamente, lo que representa en conjunto G. -913.062 millones al cierre de diciembre. Este monto deficitario se abona con Recursos del Tesoro, es decir, con los impuestos percibidos por el Fisco.
De los 67.343 jubilados de la Caja Fiscal al cierre del 202, unos 48.646 jubilados, entre maestros, policías y militares, son los que arrastran las pérdidas mensuales, tanto para el sector civil como para el Tesoro Público.
En este contexto, El sistema previsional presenta retos en cuanto a la sustentabilidad actuarial y en gran medida la evolución demográfica plantea desafíos, por lo que la edad de jubilación y el aumento de los beneficios sin los ajustes requeridos en cuanto a la fuente de financiamiento conllevarían riesgos importantes de sostenibilidad financiera. El Ministerio de Hacienda lleva adelante una revisión profunda de la Caja Fiscal con el objetivo de asegurar la equidad y sostenibilidad del sistema.