Líderes indígenas del Departamento de Presidente Hayes están furiosos. Denuncian que el programa Hambre Cero entregó alimentos en mal estado y en cantidades insuficientes para los niños de sus comunidades, que ya están pasando por un momento crítico debido a la sequía.
Las imágenes que compartieron muestran frutas y verduras prácticamente podridas, pero que igualmente fueron entregadas a las escuelas indígenas como parte de este programa.
Niño Gómez, líder de la comunidad Monte Alto, calificó el hecho como una burla por parte de las autoridades. “Los víveres están muy feos, todos los productos, tanto las verduras como las frutas. Además, supuestamente eso debe durar un mes, pero no va a alcanzar porque es muy poco”, se quejó.
Otra voz indignada fue la de Martín Caballero, de la comunidad Espinillo, en el distrito de Pozo Colorado. Denunció que no solo las bananas, tomates y zanahorias estaban en pésimas condiciones, sino que la carne también estaba en mal estado. Además, la cantidad de víveres era insuficiente para alimentar a todos los niños.
“Eso llegó hoy, pero la próxima entrega ya no vamos a recibir si vienen a traernos en este estado los alimentos”, advirtió Caballero, quien además forma parte de la Comisión Directiva de la Coordinadora de Líderes Indígenas del Bajo Chaco.
La misma situación fue denunciada por referentes de la comunidad educativa de la Escuela Timbo Ty, también en Espinillo, según informó la organización Tierra Viva.
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Los alimentos del programa Hambre Cero comenzaron a distribuirse el lunes en 90 distritos del país, mientras que otros 173 tendrán que esperar hasta el próximo año, según admitió el propio Gobierno.
En el caso de las comunidades indígenas del Chaco, la situación es aún más crítica, ya que están atravesando una grave crisis por la falta de acceso al agua y alimentos debido a la prolongada sequía que azota la zona.
El Gobierno no ha brindado una asistencia adecuada y suficiente a la población indígena, por lo que muchos esperaban que el proyecto Hambre Cero fuera un alivio para los niños y niñas. Sin embargo, resultó ser otra decepción más para estas comunidades.