En un triste giro de los acontecimientos, el derrumbe del techo de una iglesia católica en Recife, al noreste de Brasil, dejó un saldo de dos personas muertas y decenas más heridas el viernes pasado. Las autoridades confirmaron la noticia y el panorama no podría ser más desolador.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su pesar en la red social X: “Con gran tristeza supe de las dos muertes y decenas de heridos, algunos en estado grave, en el Santuario del Morro da Conceição, en la Zona Norte de Recife. Una tragedia. Me solidarizo con las víctimas, sus familias, amigos y la ciudad”.
El balance final del viernes arrojó 25 lesionados, según informaron medios locales. Todo ocurrió durante la tarde, cuando los fieles estaban repartiendo cestas de alimentos a los habitantes de la capital del estado de Pernambuco. El techo, aparentemente metálico, se desplomó de repente, dejando a varias personas tendidas en el suelo, según videos difundidos en redes sociales. Las imágenes mostraban sangre y caos.
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“La mayor parte de las víctimas fueron retiradas con abrasiones leves y están siendo tratadas en diferentes unidades de salud”, comentó el alcalde de Recife, Joao Campos, quien decretó tres días de luto en la ciudad. Campos también indicó que las autoridades están investigando si el derrumbe está relacionado con la reciente instalación de placas solares en la iglesia o si hubo alguna falla estructural.
Los equipos de rescate trabajaron sin descanso para sacar a las víctimas de entre los escombros, mientras los familiares de los heridos y fallecidos esperaban noticias con angustia. La comunidad está devastada; el Santuario del Morro da Conceição es un símbolo religioso importante en la región, y su colapso ha dejado a muchos preguntándose cómo pudo suceder algo así.
El presidente Lula da Silva prometió asistencia a las familias y aseguró que se investigará a fondo lo ocurrido. “Es un golpe duro para todos”, declaró un residente local.
Fuente: Diario Hoy
