Renuncia y Controversia
La Cámara de Diputados de Paraguay ha sido escenario de una polémica que culmina con la renuncia de Alejandro Ovelar, hijo del influyente senador Silvio “Beto” Ovelar. Su salida, aunque voluntaria, no pone fin a las especulaciones y cuestionamientos sobre las prácticas de nepotismo en la política nacional.
Una Renuncia Esperada pero no Suficiente
Ayer a las 10:23, Alejandro Ovelar puso fin a su breve pero controvertida carrera como auxiliar administrativo en la Cámara de Diputados, un puesto que muchos creen que obtuvo gracias a la influencia de su padre. Su dimisión, aunque un paso hacia la rectificación, no logra borrar las dudas sobre la ética y la legalidad de su contratación.
Sospechas de Tráfico de Influencias y Defensa Personal
El propio Alejandro no ha podido evitar avivar las sospechas de nepotismo al referirse a las conversaciones entre su padre y el presidente de la Cámara, Raúl Latorre. Su defensa, centrada en su juventud y en la oportunidad brindada por su padre, no ha logrado mitigar las críticas sobre cómo obtuvo su posición.
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— NPY Oficial (@npyoficial) December 22, 2023
📌 Renunció el hijo de Beto Ovelar
♦️ Alejandro Ovelar manifestó sentirse afligido por la situación y que dimite del cargo de impresor de hojas en Cámara de Diputados "porque lo vi muy preocupado a mi padre y por el gran cariño que le tengo a él".
♦️ Dijo que su… pic.twitter.com/H43pmenEwu
Autoridades Intentan Desvincularse
Ante el creciente escándalo, figuras como Carlos María López y Raúl Latorre, ambos presidentes de la Cámara en diferentes periodos, han intentado deslindarse de cualquier responsabilidad en la contratación de Ovelar. Sin embargo, la documentación y los testimonios sugieren que ambos tuvieron un papel en mantener a Alejandro en su puesto.
Confesiones y Complicidades
En un giro sorprendente, Silvio Ovelar ha implicado a sus colegas cartistas, revelando conversaciones y acuerdos que pintan un cuadro de favoritismos y acuerdos bajo la mesa. Estas revelaciones solo profundizan las dudas sobre la transparencia y la ética en el manejo de las instituciones públicas en Paraguay.
En resumen, la renuncia de Alejandro Ovelar es apenas el final de un capítulo en la larga historia de nepotismo y tráfico de influencias en la política paraguaya. Aunque su salida pueda parecer un cierre, las preguntas y las demandas de una reforma profunda y genuina siguen más vigentes que nunca.
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