55 años y 26 intentos, el sueño universitario de Liang Shi: La insólita odisea de Liang Shi de 40 años intentando entrar a la universidad y no dandese por bencido.
El millonario de 55 años que afronta por 27ª vez el reto del examen de ingreso más exigente del mundo
Liang Shi es un hombre singular. Este acaudalado empresario de 55 años, residente en la provincia china de Sichuan, es un emblema de la tenacidad humana. Aunque ha fracasado en 26 ocasiones en su intento de entrar a la reconocida Universidad de Sichuan, Liang se niega a darse por vencido.
Por más que muchos en su lugar hubieran abandonado la lucha, Liang sigue firme en su meta y está dispuesto a afrontar de nuevo el temido examen Gaokao. Este examen es una rigurosa prueba estandarizada que anualmente enfrentan millones de jóvenes chinos que aspiran a ingresar a la universidad. Durante cuatro décadas, Liang ha estado intentando superar este desafío.
Pese a no haber conseguido el éxito académico que anhela, Liang ha sabido prosperar en el mundo de los negocios. Es dueño de una próspera empresa de materiales de construcción, lo que le brinda una cómoda posición económica. Pero para Liang, su plenitud personal solo se alcanzará cuando pueda culminar sus estudios universitarios.
Conocido entre sus compañeros como el “Rey del Gaokao”, Liang ha transformado las bromas y comentarios irónicos de sus allegados en una fuente de motivación. Su tesón y su entrega son admirables y han cimentado su reputación de constancia y resiliencia. Sin importar los obstáculos y dificultades que encuentra en su camino, Liang continúa persiguiendo su sueño.
El inicio de un largo viaje
A los 16 años, en 1983, Liang enfrentó por primera vez el desafiante examen Gaokao. Desde aquel entonces, su aspiración de entrar a la Universidad de Sichuan ha sido un leitmotiv en su vida. A sus 55 años, Liang asegura sentirse aún joven y con la energía necesaria para seguir aprendiendo y estudiando.
Ni las responsabilidades laborales, ni las políticas restrictivas han logrado desalentar a Liang. Su mejor puntuación en el examen ha sido de poco más de 400 puntos sobre un total de 750, lo cual le habría permitido ingresar a una universidad de segundo nivel, pero no a la Universidad de Sichuan, que es su verdadero objetivo.
En sus más recientes intentos, Liang decidió cambiar de estrategia y presentarse en la categoría de arte y ciencias humanas. Aunque es consciente de que el camino no será fácil, está decidido a seguir intentándolo hasta que su sueño se haga realidad.
La pesadilla del Gaokao: el examen que decide el futuro
Cada año, más de 10 millones de estudiantes chinos enfrentan el Gaokao, un examen que se realiza los días 7 y 8 de julio y que determina quiénes ingresarán a las universidades del país. Con estrictas medidas de seguridad y una presión inmensa, los jóvenes se preparan durante años para este examen que puede definir el rumbo
de sus vidas. Este arduo “gaokao” evalúa tres materias obligatorias: matemáticas, chino y lengua extranjera, además de una asignatura optativa entre ciencias o humanidades. El examen, que se extiende por dos días, se califica en una escala de 750 puntos.
Considerado como la puerta de entrada a las instituciones de educación superior en China, este examen estandarizado es visto como esencial para progresar en la sociedad y garantizar un futuro próspero. Como lo describe Xueqin Jiang, investigador de la Iniciativa Global de Innovación Educativa de la Universidad de Harvard, “En sus mentes, es como ir a la guerra”.
Para prepararse para este desafío, los estudiantes chinos se embarcan en exhaustivas jornadas de estudio, dedicando en promedio al menos 12 horas diarias a prepararse para el examen. Las autoridades implementan medidas rigurosas para garantizar la integridad y la equidad del proceso, que incluyen cámaras de vigilancia, sistemas de posicionamiento global y drones para prevenir el fraude.
En el 2016, las autoridades chinas introdujeron penas de hasta 7 años de cárcel para quienes intenten hacer trampa en el examen. Con estas medidas, buscan asegurar la validez y la transparencia del proceso de evaluación.
Un desafío sin rendición
La historia de Liang Shi es un testimonio de que nunca es tarde para perseguir un sueño, que la determinación y la persistencia pueden superar las adversidades y que no hay barreras insuperables para quien está dispuesto a luchar por lo que anhela. Año tras año, Liang se enfrenta a este reto académico, sin rendirse ni desfallecer, una lección de resiliencia que inspira a todos aquellos que sueñan con superar sus propios “gaokaos”.
▶️ Índice: