La joven es oriunda de caaguazu
En un incidente que desafía la tranquilidad de la noche de Viernes Santo, un vehículo, bajo el mando de Fiorella Magalí Paredes Duarte, una joven de 18 años oriunda de Caaguazú, terminó su frenética carrera impactando de lleno contra la estructura de la Subcomisaría 04 ubicada en la Colonia Blas Garay, en el distrito de Coronel Oviedo. Este suceso no solo puso a prueba la solidez de la edificación policial sino que también dejó al descubierto un preocupante nivel de alcohol en sangre en la conductora.
Aproximadamente a las 23:30 horas, el Toyota Allion blanco de Paredes Duarte, transformó una noche de reflexión en un escenario de caos y conmoción. Inicialmente, el automóvil perdió el control, embistiendo el monolito de la subcomisaría, para luego golpear la parte trasera de una patrulla policial estacionada y finalmente, la fachada de la sede policial.
Este incidente, que por fortuna no escaló a una tragedia gracias a la ausencia de víctimas, podría considerarse como un milagro, dada la magnitud del impacto y la posible catástrofe que se evitó.
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Milagrosamente nadie resultó herido
En el momento del accidente, la subcomisaría albergaba a varios agentes que, milagrosamente, resultaron ilesos. La conductora, que no estaba sola sino acompañada por Marcos Rubén Isemblante Fariña, también de 18 años, se sometió a un alcotest que arrojó un resultado de 0,386 mg/l, evidenciando así su estado de ebriedad.
Ante este hecho, el asistente fiscal Adán Rolón fue notificado, clasificando el nivel de alcohol detectado en la joven como una falta administrativa. En un giro que refleja la actual legislación y procedimientos, se dispuso que el vehículo sea devuelto a su propietaria y que ella sea liberada, conforme a las disposiciones de la Dirección Departamental de la Policía Nacional.
Este suceso resalta no solo la importancia de la prudencia y responsabilidad al volante sino también el papel de las autoridades en garantizar la seguridad pública. La noche de Viernes Santo quedará marcada en la memoria de la comunidad de Coronel Oviedo como un recordatorio de lo que podría haber sido y lo que, afortunadamente, no fue.