Meteorólogos en Estados Unidos han emitido una advertencia para los próximos días debido a una intensa actividad solar que podría generar eventos geomagnéticos en la Tierra. El Sol, que atraviesa uno de sus periodos de mayor actividad, ha provocado preocupación por las posibles consecuencias.
Este jueves y viernes, se espera que el cielo nocturno en algunas partes de Estados Unidos ofrezca un espectáculo inusual: auroras boreales que podrían ser visibles tan al sur como Alabama y California. Este fenómeno, generalmente reservado para latitudes más altas, también sería visible en otras regiones como Canadá, Europa y Rusia.
La causa de este fenómeno son las partículas cargadas de una eyección de masa coronal (CME) emitida por el Sol, que ha generado una alerta de tormenta geomagnética severa. Este tipo de tormentas puede tener efectos adversos en las redes eléctricas y las comunicaciones, por lo que se recomienda precaución.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitió un aviso de tormenta geomagnética severa para el 10 y 11 de octubre de 2024, tras detectar una fuerte erupción solar a principios de la semana. La tormenta, clasificada como de nivel G4 (severa), se debe a una eyección de masa coronal que viaja hacia la Tierra a más de 4 millones de kilómetros por hora. Los especialistas advierten que esta actividad solar podría afectar las infraestructuras tecnológicas, como los satélites y las redes eléctricas, aunque los operadores ya han sido alertados para tomar medidas preventivas.
Rob Steenburgh, experto del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, aseguró que aunque algunas zonas, como Florida, podrían estar lo suficientemente al sur para evitar daños graves, la tormenta sigue siendo una preocupación. “Estamos aquí para informar y asegurarnos de que todos estén preparados”, comentó Steenburgh, haciendo referencia a las posibles interrupciones eléctricas.
Por su parte, Shawn Dahl, meteorólogo espacial de la NOAA, expresó su inquietud sobre los posibles efectos de la tormenta solar en las áreas que aún se recuperan del reciente huracán Helene. Las redes eléctricas que aún no han sido completamente restauradas podrían ser vulnerables a las perturbaciones geomagnéticas.
¿Qué es una tormenta geomagnética?
Una tormenta geomagnética ocurre cuando el Sol expulsa una gran cantidad de partículas cargadas, conocidas como eyección de masa coronal, que viajan hacia la Tierra. Cuando estas partículas llegan a nuestro planeta, interactúan con su campo magnético, causando alteraciones que pueden afectar tanto la tecnología como la atmósfera.
La eyección de masa coronal que se dirige hacia la Tierra fue detectada el 8 de octubre de 2024 y se espera que sus efectos se sientan el jueves 10. Este fenómeno tiene el potencial de crear interferencias en las comunicaciones satelitales, afectar los sistemas GPS y generar problemas en las redes eléctricas. Sin embargo, los expertos subrayan que, con las medidas adecuadas, es posible minimizar los daños.
No todo lo que acompaña a una tormenta geomagnética es negativo. Estas tormentas también pueden desencadenar auroras boreales, un fenómeno natural espectacular que ilumina el cielo con colores vibrantes.
Auroras boreales en el sur de Estados Unidos
Debido a la intensidad de esta tormenta solar, se espera que las auroras boreales, normalmente visibles solo en zonas cercanas a los polos, puedan observarse mucho más al sur de lo habitual. Los meteorólogos espaciales han pronosticado que estas luces podrían ser visibles en lugares tan al sur como Alabama y el norte de California, brindando una oportunidad única a quienes residen en estas áreas para disfrutar de este asombroso fenómeno.
Las auroras boreales ocurren cuando las partículas solares chocan con los gases de la atmósfera terrestre, liberando energía en forma de luz. Dependiendo de los gases involucrados, el cielo se tiñe de diferentes colores, desde el verde hasta tonos rojizos y violetas. Aunque generalmente se necesitan latitudes más altas para verlas, en ocasiones de tormentas solares intensas, como la que se espera, pueden aparecer en zonas más cercanas al ecuador.
El Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA ha informado que las auroras podrían extenderse hasta el viernes 11 de octubre, dependiendo de la evolución de la tormenta solar. Los mejores lugares para observar este espectáculo celestial serán aquellos alejados de la contaminación lumínica, y los expertos recomiendan usar cámaras, ya que estos dispositivos pueden captar detalles que el ojo humano no percibe fácilmente.
Un ciclo solar activo: ¿qué significa para el futuro?
El Sol está actualmente cerca de su máximo en el ciclo solar de 11 años, un periodo durante el cual las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal son más comunes y potentes. El aumento de la actividad solar ha provocado una serie de tormentas geomagnéticas en los últimos meses, incluidas la tormenta de mayo de este año, que fue la más fuerte en más de dos décadas. En esa ocasión, las auroras boreales fueron visibles hasta en el sur de los Estados Unidos, generando gran expectación entre los observadores del cielo.
Aunque los científicos no esperan que la tormenta de octubre supere a la de mayo, no pueden predecir con certeza la magnitud del fenómeno hasta que la CME esté a aproximadamente 1.6 millones de kilómetros de la Tierra, donde las naves espaciales podrán medirla con mayor precisión. “Es difícil decir con certeza hasta que no llegue, pero definitivamente nos estamos preparando”, comentó un portavoz de la NOAA.
Las tormentas geomagnéticas de esta magnitud pueden afectar distintos aspectos de la vida cotidiana, aunque de manera sutil. Por ejemplo, las señales de radio de alta frecuencia, utilizadas por las aeronaves y los barcos, podrían experimentar interferencias temporales. Asimismo, los sistemas de GPS podrían mostrar fallos o retrasos debido a la actividad solar, lo que afectaría tanto a la navegación de vehículos como a los dispositivos móviles.
Por otro lado, las redes eléctricas también podrían verse afectadas, aunque las empresas de servicios públicos suelen estar preparadas para mitigar estos efectos. Las tormentas geomagnéticas inducen corrientes eléctricas en las líneas de transmisión, lo que puede sobrecargar los transformadores y causar cortes de energía. Los meteorólogos espaciales han estado trabajando estrechamente con las empresas de energía para garantizar que los sistemas estén listos para enfrentar este tipo de evento.
Fuente: Infobae