Un reciente estudio llevado a cabo por las universidades de Heidelberg y Colonia revela que 72 horas sin usar el teléfono móvil para actividades no esenciales puede “reiniciar” el cerebro. El experimento se centró en un grupo de 25 jóvenes, de entre 18 y 30 años, quienes utilizaron sus dispositivos solo para funciones básicas como llamadas de voz o tareas laborales durante tres días.
Hoy en día, el móvil es mucho más que un aparato para hablar: es monedero, agenda, despertador, cámara, herramienta de trabajo e incluso una ventana a las redes sociales. Sin embargo, pocas personas lo utilizan para su propósito original: hablar. Este cambio ha generado una dependencia tal que incluso las generaciones más jóvenes admiten que solo reciben llamadas de sus padres. ¿Qué sucede si volvemos a usar el móvil solo como un teléfono? Esa fue la pregunta central de este estudio.
Los investigadores analizaron la actividad cerebral de los participantes mediante resonancias magnéticas antes y después del experimento, exponiéndolos a estímulos visuales relacionados con teléfonos móviles. Los resultados mostraron que tras 72 horas de desconexión digital, ciertas conexiones neuronales se reorganizaron, mejorando la regulación emocional y la atención. Sin embargo, también detectaron que los mecanismos neuronales asociados al uso excesivo de pantallas están vinculados a sistemas de neurotransmisores relacionados con la adicción, como la dopamina y la serotonina.
El Impacto del Uso Excesivo del Móvil en Nuestro Cerebro
El término “brain rot” (deterioro cerebral), acuñado por Oxford University Press, refleja los efectos negativos del consumo desmedido de tecnología. Este problema no solo afecta a adultos, sino también a niños y adolescentes. Según un informe de la Fundación ANAR, el uso inadecuado de dispositivos digitales ya representa el 56,4% de los casos analizados relacionados con ciberbullying, adicción y otros problemas de salud mental en menores.
La Experiencia de Garazi Sánchez: Un Experimento Personal de Desconexión
En 2024, la surfista española Garazi Sánchez compartió su propio experimento de desconexión digital en un documental titulado “Modo Avión”. Tras una lesión que la alejó de las olas, descubrió que su adicción a las redes sociales estaba afectando su rendimiento deportivo y bienestar emocional. Decidió viajar a México y activar el modo avión en su vida, literalmente. Durante semanas, consultó con expertos como Ana Ibáñez (neurocientífica) y Jesús Matós (psicólogo), quienes le ayudaron a gestionar el impacto del uso excesivo de su dispositivo. Para Garazi, el problema no era el móvil en sí, sino cómo lo usaba. Finalmente, logró recuperar su equilibrio emocional y ahora entrena para competir en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
¿Es Posible un Reinicio Cerebral?
Según Anna Lembke, autora de Dopamine Nation, estas pausas digitales pueden actuar como una especie de “puesta a punto” para el cerebro. Activar el “modo avión” durante unos días puede restablecer los circuitos cerebrales, pero periodos más largos, como cuatro semanas, podrían ofrecer beneficios emocionales duraderos. Aunque al principio puede parecer difícil, quienes han experimentado un détox digital aseguran que terminaron sintiéndose más conectados consigo mismos y disfrutando de la experiencia.