En un giro de eventos que parece sacado de una película de suspense, un joven mexicano de 27 años fue detenido en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, en Paraguay, con un cargamento bastante peculiar en su equipaje: cerca de 10 kilos de anfetaminas y metanfetaminas escondidas en botellas de tequila y frascos de shampoo.
El detenido, Gustavo Aarón Mejía García, oriundo de Toluca, México, no solo llamó la atención por la cantidad de droga que transportaba, sino por cómo se presentó: como diácono y seminarista. Según dijo, venía a Paraguay por turismo, pero los funcionarios de aduanas descubrieron rápidamente que sus intenciones eran todo menos piadosas.
La escena en el aeropuerto fue digna de un guion de thriller. Al revisar su maleta, los funcionarios encontraron las tres botellas y cuatro frascos, que a simple vista parecían contener tequila y shampoo. Sin embargo, una vez que pasaron por el sistema TruNarc, un detector de drogas de alta tecnología, se confirmó la verdadera naturaleza de los líquidos: eran anfetaminas y metanfetaminas en solución.
El total incautado pesó 9.35 kilos, con un valor estimado en el mercado negro de unos 300,000 dólares, aunque se espera un análisis más detallado en el Laboratorio Forense Especializado de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay. La operación fue un esfuerzo conjunto de la Senad, la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) y la fiscal María Irene Álvarez, todos trabajando mano a mano para desarticular lo que parece ser una nueva ruta de narcotráfico.
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Este caso no es solo un golpe a las operaciones de narcotráfico que buscan abrirse camino en Paraguay. Es también un recordatorio de las ingeniosas, y a veces desesperadas, tácticas que los cárteles están dispuestos a usar para mover sus productos. Usar a un supuesto seminarista es, sin duda, una de las estrategias más audaces y blasfemas que hemos visto.
La investigación no termina con la detención de Mejía García. Ahora, las autoridades están tras la pista de los cárteles que podrían estar intentando usar Paraguay como un trampolín para sus operaciones en Sudamérica y más allá. Con este arresto, se abre una ventana a las complejidades y el alcance del narcotráfico en la región, y a las peculiares coberturas que utilizan para mover su mercancía.
¿Qué será lo próximo? ¿Un coro de falsos monjes? En este negocio, parece que todo vale. Pero por ahora, la historia de este falso diácono quedará como un ejemplo claro de cómo el crimen no respeta vocaciones, ni siquiera las sagradas.
Fuente: https://www.ultimahora.com/cae-supuesto-diacono-mexicano-con-drogas-sinteticas-en-el-equipaje
