En una entrevista con Última Hora, el prestigioso cardiólogo Manuel Castillo, actual presidente de la Sociedad Paraguaya de Hipertensión Arterial, ofrece claridad sobre las auténticas causas que desencadenan los infartos cardíacos,.
La confusión reina en el debate público, especialmente tras el lamentable fallecimiento del “Dr. Mime” un médico muy querido por la gente y la inesperada pérdida de una joven influencer.
Debido a las recientes pérdidas de figuras públicas, han resurgido teorías antivacunas que vinculan equivocadamente las vacunas contra el Covid-19 con los infartos. Última Hora se acercó al doctor Castillo para esclarecer estas dudas y desmentir falsedades alrededor de este tema.
El infarto, explicado por el especialista, es un suceso repentino generalmente desencadenado por la ruptura de una placa de ateroma en las arterias coronarias, compuesta en gran parte por colesterol. Esta ruptura resulta en una reducción del diámetro arterial, afectando el flujo sanguíneo y, por ende, la funcionalidad del tejido cardíaco.
Castillo destaca que las acumulaciones de colesterol son las principales responsables de obstruir las arterias coronarias, limitando el suministro de sangre al corazón y potenciando el riesgo de un infarto.
Los Factores de Riesgo
El cardiólogo subraya que ciertos factores incrementan la probabilidad de formación de estas placas de colesterol, tales como la hipertensión arterial, diabetes mellitus, el consumo de tabaco, exceso de peso, predisposición genética a enfermedades cardiovasculares, niveles elevados de colesterol y triglicéridos, un estilo de vida poco saludable, y el uso de drogas ilícitas.
Resaltando la importancia de la prevención, Castillo afirma que una gran parte de los infartos pueden evitarse mediante chequeos médicos regulares y adoptando hábitos de vida saludables.
“El seguimiento médico es crucial para identificar y tratar oportunamente condiciones como la hipertensión y el colesterol elevado, minimizando así el riesgo de sufrir un infarto”, señala Castillo.
Respecto a las Vacunas
Contrario a las teorías de conspiración que circulan en redes sociales, Castillo asegura que no existe evidencia científica que vincule las vacunas con un incremento en la incidencia de infartos. Aunque la pandemia de Covid-19 registró un leve aumento en casos de miocarditis, estas situaciones fueron menores y no requirieron tratamiento específico.
Castillo enfatiza que las vacunas han demostrado ser efectivas en reducir las complicaciones graves del Covid-19, incluyendo aquellas de índole cardiovascular.
El doctor Manuel Castillo invita a la población a no dejarse llevar por mitos sin fundamentos y a enfocarse en la prevención a través de chequeos periódicos y un estilo de vida activo y saludable, como estrategias clave para disminuir el riesgo de infarto.
¿Qué es infarto agudo de miocardio?
El infarto agudo de miocardio ocurre cuando el flujo de sangre hacia una parte del músculo cardíaco queda abruptamente bloqueado. Esto impide que el tejido afectado reciba el oxígeno y los nutrientes necesarios, lo que puede causar daño o muerte del tejido cardíaco si no se restablece rápidamente el flujo sanguíneo.
Suele ser el resultado de la enfermedad de las arterias coronarias, una condición en la que las arterias que suministran sangre al corazón se endurecen y se estrechan debido a la acumulación de placas de ateroma, compuestas principalmente de colesterol y otras sustancias. Esta condición es conocida como aterosclerosis. Cuando una de estas placas se rompe o fisura, puede formarse un coágulo de sangre en el sitio, bloqueando el flujo de sangre a través de la arteria y provocando un infarto.
Los síntomas de un infarto agudo de miocardio pueden variar entre individuos, pero comúnmente incluyen:
- Dolor o malestar en el pecho: Sensación de presión, aplastamiento, plenitud o dolor en el centro del pecho, que puede durar varios minutos o ir y venir.
- Dolor en otras áreas del cuerpo: Puede sentirse en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
- Dificultad para respirar: Puede ocurrir antes o junto con el dolor de pecho.
- Otros síntomas: Pueden incluir sudoración fría, náuseas, mareos o aturdimiento.
El tratamiento del infarto agudo de miocardio se enfoca en restablecer el flujo sanguíneo lo más rápidamente posible, para minimizar el daño al músculo cardíaco. Esto puede lograrse mediante el uso de medicamentos que disuelvan los coágulos (trombolíticos), procedimientos de intervención coronaria percutánea (como la angioplastia, donde se infla un pequeño globo en la arteria obstruida para abrirla y, a menudo, se coloca un stent para mantenerla abierta), o en algunos casos, cirugía de bypass coronario.
La prevención es clave para reducir el riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio. Esto incluye adoptar un estilo de vida saludable con una dieta equilibrada, ejercicio regular, evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, controlar la presión arterial y los niveles de colesterol, y manejar el estrés.