Un agente de la Policía Nacional, en evidente estado de ebriedad, protagonizó un accidente en Carapeguá al invadir el carril contrario y estrellarse contra el vehículo de una familia.
El caos se desató en la angosta ruta que conecta Carapeguá con Acahay. El oficial, identificado como Gustavo Cáceres y que presta servicio en la Comisaría 21ª Metropolitana, iba de civil en su Toyota Platz cuando, bajo los efectos del alcohol, cruzó al carril contrario y chocó con el auto de una pareja que viajaba con su hijo de 4 años. Según informó Telefuturo, Cáceres se dirigía a Areguá.
La familia sufrió heridas leves, pero podrían haber salido peor parados. “Nos salvamos de milagro”, dijo el conductor del otro vehículo, quien tuvo que maniobrar rápido para evitar un impacto frontal.
Al agente se le hizo la prueba de alcoholemia, dando un resultado positivo de 1,065 mg/l de alcohol en sangre. No había duda de que estaba borracho.
A pesar del susto y de las heridas leves, el oficial fue puesto a disposición del Ministerio Público y, tras unas horas, quedó en libertad porque no hubo heridos graves ni víctimas mortales.
¿Y ahora qué? La indignación no tarda en aparecer. Muchos se preguntan cómo es posible que un agente de la ley, encargado de proteger a la ciudadanía, pueda ponerse al volante en esas condiciones. ¿Habrá consecuencias? ¿Tomará la Policía Nacional medidas más estrictas con sus agentes?
La opinión pública estará pendiente de cómo se desenvuelve este caso. Por ahora, Cáceres sigue bajo la mirada del Ministerio Público, mientras que la familia afectada intenta superar el susto.