Los ministros de Exteriores de la Unión Europea están preocupados por Telegram. El fundador de la plataforma, Pável Dúrov, está en el punto de mira de la justicia francesa desde ayer, acusado de una lista de delitos que incluyen blanqueo de capitales y complicidad en la difusión de imágenes pederastas.
El ministro de Exteriores irlandés, Micheál Martin, no se anduvo con rodeos al llegar a la reunión informal de jefes de diplomacia de la UE en Bruselas este jueves. “Hay grandes preocupaciones entre los gobiernos y la población de varios Estados miembros sobre el impacto de las redes sociales”, afirmó Martin. Y es que, según el ministro, las plataformas como Telegram pueden ser usadas para “incitar comportamientos inapropiados”. Aunque evitó pronunciarse directamente sobre el caso judicial en Francia, dejó claro que “hay que esperar a ver lo que trasciende, y es importante que todo el mundo pueda dar sus argumentos”.
La ministra de Exteriores letona, Baiba Braze, también expresó su inquietud, señalando la “falta de compromiso” de Dúrov ante la ausencia de moderación en su plataforma. “Seguro que las autoridades francesas saben exactamente lo que están haciendo”, agregó.
Desde Bélgica, la ministra Hadja Lahbib fue cautelosa, reconociendo que “hay una realidad sobre Telegram y hay una investigación. Respetamos la investigación judicial y esperaremos a la decisión”.
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La justicia francesa imputó a Dúrov por un combo de cargos que van desde el blanqueo de crímenes hasta la complicidad en la difusión de imágenes pederastas. A pesar de la gravedad de las acusaciones, los jueces accedieron a liberarlo bajo control policial y una fianza de 5 millones de euros.
Tras interrogarlo en París, los jueces decidieron imputarlo por todos los cargos, una docena en total, incluyendo la complicidad en la administración de una plataforma en línea para transacciones ilícitas, estafas y tráfico. Además, se le acusa de no colaborar con la justicia al no proporcionar datos e información sobre posibles acciones delictivas, todo ello relacionado con el funcionamiento y encriptado de Telegram.
El caso ha encendido las alarmas en la UE sobre la influencia de Telegram y la aparente falta de control sobre su contenido. Dúrov, un multimillonario ruso, siempre ha defendido la privacidad y la libertad de expresión como los pilares fundamentales de su plataforma. Sin embargo, las autoridades europeas parecen estar menos convencidas y cada vez más preocupadas por el uso indebido que algunas personas podrían estar haciendo de esta red.
Fuente: Ultima Hora