Alto Paraná – La noche del sábado se tornó mortal cuando dos hombres a bordo de una motocicleta desataron una ráfaga de disparos contra una caseta de la Policía Caminera en el ramal que conecta Hernandarias con Santa Fe del Paraná. El trágico saldo: Darío Alberto Delgado, un agente de 51 años, cayó abatido por un proyectil que se alojó directamente en su corazón.
La escena fue un caos. Los dos hombres dispararon al menos 16 veces contra la caseta, sin dar oportunidad a Delgado de reaccionar. Dos de sus colegas, que también estaban en el lugar, milagrosamente salieron ilesos. La ráfaga de balas dejó un rastro de casquillos calibre 9 mm esparcidos por el pavimento.
El comisario Juan López contó que todo ocurrió alrededor de las 22 horas, justo cuando los agentes estaban cerrando la caseta para irse a casa. Uno de ellos estaba recogiendo los conos de la ruta, otro en el sanitario, mientras que Delgado se encontraba en la oficina cerrando la computadora. “Ahí fue cuando comenzaron a escucharse las ráfagas”, relató López.
¿Venganza personal o un ataque contra la institución? Esa es la pregunta que ronda entre los investigadores. Los intervinientes, que ya abrieron una pesquisa, no descartan ninguna hipótesis. “Estamos levantando evidencias del lugar y revisando las cámaras cercanas”, señalaron.
Por ahora, lo único claro es que los atacantes tenían un objetivo específico y no dudaron en abrir fuego sin piedad. La Policía ya cuenta con los 16 casquillos encontrados en el lugar como parte de las pruebas que podrían llevar a identificar a los responsables.
El ataque ha dejado un vacío entre los compañeros de Delgado y una creciente preocupación en la Policía Caminera. “Es un golpe duro para todos nosotros”, dijo un oficial que prefirió no dar su nombre.
Mientras se intensifican las investigaciones, la pregunta que todos se hacen es: ¿quién está detrás de este violento ataque y cuál fue su motivo? ¿Se trata de un acto de venganza personal o es parte de un esquema más grande contra la institución?