La joven se convirtió en víctima
Una estudiante universitaria de 18 años, con el noble propósito de pagar sus estudios, se convierte en víctima de un engaño brutal al intentar vender su teléfono celular.
La chica, decidida a obtener recursos para su educación, opta por ofrecer su dispositivo a través de Marketplace de Facebook. Un individuo interesado se comunica con ella y acuerdan un encuentro en su residencia en Laurelty, Luque.
Con la esperanza de concretar la venta, la joven muestra el teléfono al supuesto comprador, quien llega en una camioneta Mitsubishi Pajero. Sin embargo, lo que parecía un intercambio comercial normal se convierte en una tragedia.
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El individuo, lejos de ser un comprador legítimo, resulta ser un delincuente despiadado.
En un acto de violencia sin sentido, arrastra a la víctima mientras acelera su vehículo, causándole lesiones graves en el proceso.
Por suerte, la joven logra evitar un desenlace fatal, pero no sale indemne de la experiencia. Sufre lesiones significativas, incluyendo fractura de tabique nasal y heridas en la rodilla que requieren intervención quirúrgica.
El abuelo de la joven, Alejandro Fretes, relata el horror vivido y la angustia de la familia ante esta situación. El incidente, más allá de las lesiones físicas, deja una marca indeleble en la joven, quien solo buscaba una forma honesta de financiar sus estudios.
