Isquiotibiales: La distención o estirón de los isquiotibiales es producto de la sobrecarga de entrenamiento o por no realizar el calentamiento previo antes de cada rutina de ejercicio.
En sí, hay muchos factores determinantes para este hecho, por eso en esta nota te ampliamos el tema, te contamos las causas principales, signos de alerta, como prevenirlo y más.
Distensión de isquiotibiales
En total son tres músculos que descienden por la zona posterior de la pierna, empezando por el muslo hasta la rodilla (bíceps femoral, luego se encuentra el semitendinoso y el semimembranoso), quienes contribuyen en la flexión de la rodilla y a que la cadera pueda extenderse. En conjunto, son denominados músculos isquiotibiales.
La distensión de isquiotibiales o mejor conocida como “tirón de isquiotabiales”, y esto sucede cuando uno o más de estos músculos se estiran en demasía y comienza a desgarrarse.
Estas pueden presentarse de forma leve, con menos dolor y con una pronta mejoría. Así también, pueden presentarse de forma grave y hasta inclusive, puede necesitar de u a intervención quirúrgica y la utilización de muletas por varias semanas.
Que son los músculos isquiotibiales y cuales son los músculos que lo conforman
Síntomas de una distensión de isquiotibiales
Es probable que sepas inmediatamente si has sufrido una distención de isquiotibiales al momento de correr.
Primeramente, vas a sentir un dolor agudo y tal vez un crujido en la región posterior del muslo, por ende, no vas a poder continuar corriendo y puede producir que caigas al suelo.
Como quitar el dolor de isquiotibiales
Otros de los signos de alertas son:
- Debilidad en la pierna dañada que dura mucho tiempo tras sufrir la lesión.
- Sentir dolor en la zona posterior del muslo al momento de doblar o extender la pierna.
- Sensibilidad ante la presión o al tacto, aparición de hematomas en la zona dañada.
Diagnóstico de las distensiones isquiotibiales
Un entrenador o un fisioterapeuta pueden diagnosticar un caso de tirón de isquiotibiales. Habitualmente, en casos hay que recurrir a un doctor cuando se sufre de este tipo de lesiones.
El doctor se encargará de examinar la pierna y comenzará a preguntarte sobre, cuanto es dolor que sientes y como se produjo.
Como ejercitar los isquiotibiales
Por medio de la examinación se podrá determinar cuál es el grado de distención que sufres:
- Grado 1; distensión leve:
Puedes sentir un cierto dolor al momento de usar la pierna, pero será leve y puede estar acompañada de una hinchazón.
- Grado 2; desgarro parcial de uno o más músculos que forman las isquiotibiales:
Andarás rengo al momento de querer caminar. En esta etapa se puede presentar una hinchazón y hematomas en el área afectada, con una probabilidad que no puedas extender la pierna enteramente.
- Grado 3; desgarro completo de uno o más músculos que forman las isquiotibiales:
Sentirás un dolor constante, la pierda no podrá ser extendida en su totalidad y se va a producir una hinchazón de forma inmediata tras lesionarte. No podrás caminar y lo más probable que requieras del uso de muleta.
Causas de la distensión isquiotibiales
Comúnmente, la sobrecarga muscular es uno de los factores primordiales de la distensión de isquiotibiales, cuando estás corriendo y extiendes la pierna por completo justo antes de que el pie haga contacto con el suelo. Ante una situación así, las isquiotibiales pueden extenderse en demasía y producto de ello se produce el desgarre.
Los adolescentes que están en pleno crecimiento son los más propensos a sufrir este tipo de lesión. Debido a que los huesos crecen más rápidos que los músculos, tirando de ellos, provocando que se estiren mucho.
Otros factores determinantes son:
- No realizar calentamiento previo antes de iniciar una actividad física:
El músculo que se encuentra agarrotado es más propenso a lesionarse y sufrir distensiones.
- Volver a la actividad física muy pronto después de haber sufrido una lesión:
Cuando una persona se lesiona por distención isquiotibiales, se necesita de bastante tiempo para que la lesión haya sanado por completo.
- Desequilibrio en el tamaño de los músculos de la pierna:
Es muy común que, los cuádriceps, músculos de la parte anterior del muslo se encuentren más desarrollados y tengan mayor fuerza que los isquiotibiales. Cuando uno realiza una actividad física, correr, las isquiotibiales tienden a cansarse más rápido que los cuádriceps, lo cual constituye una probabilidad más alta de sufrir una lesión.
- No estar en ritmo o sobrentrenarse:
Otros músculos son más débiles y por ende, hay ocasiones en donde no pueden con el estrés de las rutinas físicas, aquel músculo que se encuentra cansado por el excesivo entrenamiento, pierde la capacidad de absorción enérgica, lo cual puede dar lugar a las lesiones.
- Falta de técnica:
Si no dispones de una técnica eficiente para correr, los isquiotibiales se verán forzados, el cual puede provocar una distensión.
Formas de prevenir las isquiotibiales
- Realizar sesiones de calentamiento que se adecua al tipo de entrenamiento a efectuarse:
Realiza corridas sin moverte de tu lugar por lo menos un minuto o dos, también saltos abriendo y cerrando los brazos por encima de la cabeza para que los músculos entre en funcionamiento.
Realiza estiramientos dinámicos, tras acabar con la rutina de ejercicio, emplea estiramientos estáticos en donde los músculos se flexionen con suavidad, y hacer cada tipo de estiramiento por al menos 30 segundos.
- Si sientes dolor en el muslo, inmediatamente suspende la rutina:
Si crees que haberte distendido los isquiotibiales, procede a darles un tiempo de reposo y no hagas ninguna clase de actividad física hasta que ya no sientas dolor en la pierna afectada y puedas movilizarla plenamente.
- La intensidad y la duración de la rutina debe ser incrementada gradualmente:
Una normativa básica, es la de no aumentar más de un 10% por semana a la cantidad de kilómetros que corres o el tiempo que pasas realizando actividad física.
- Mantén los músculos flexibles y fuertes durante todo el año:
Realiza actividad física regularmente, y adquiere un programa de estiramientos para que tus músculos no se colapsen cuando efectuando una intensa rutina de ejercicio.
Tratamiento de las distenciones isquiotibiales
Para el tratamiento efectivo de las distenciones isquiotibiales, lleva en cuenta estos consejos:
- Haz uso de la siguiente fórmula:
“Descanso, hielo, compresión y elevación” poco después de haberte lesionado
- Descanso: intenta como sea, no cargar peso sobre la pierna dañada si es una recomendación del médico.
- Hielo: para que la hinchazón se vea reducida, haz uso de cubitos de hielo durante las primeras 48 horas de haberte de lesionado. Esto debe hacerse lo ante posible, tras haber pasado tres a cuatro horas por al menos 20 a 30 minutos de forma continua hasta que la hinchazón baje.
- Comprensión: haz uso de una cinta elástica, esto le proporciona un sostén a la pierna dañada y contribuye con la reducción de la hinchazón en caso de que el médico especialista te lo recomiende.
- Toma medicamentos que contrarresten el dolor (analgésicos):
El ibuprofeno entre otros fármacos que no contienen esteroides (AINE), puede contribuir en la reducción del dolor y la inflamación en la pierna afectada.
Aunque algunos médicos, optan por recomendar el paracetamol, por eso debes de hablar con tu médico sobre cual seria el fármaco que debes consumir.
Realiza ejercicios de fuerza y estiramiento:
El agregar algunos ejercicios de forma gradual ayuda a mejorar la fuerza y la elasticidad de la pierna lesionada (probablemente también impida que se repita la lesión), un doctor, entrenador o fisioterapeuta te dirá cuando tus isquiotibiales estén listos para realizar dichos ejercicios.
En caso de que tengas un desgarro completo de uno de los músculos que componen los isquiotibiales, existe una alta probabilidad que la misma necesite de una cirugía, esto para que se vuelva a unir el tendón al hueso o fijarlo.
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No excederse con los entrenamientos es uno de los puntos principales para poder evitar todo tipo de lesiones. Existen casos en donde la lesión vuelve a repetirse por el hecho de que retoman las actividades físicas muy deprisa. Por eso debes seguir al pie de la letra las recomendaciones por parte de tu médico, así también, evita los esfuerzos y quítate la presión de retornar al deporte u otras actividades físicas muy pronto.
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