Un adolescente de 16 años se quitó la vida en Caazapá, dejando a toda su comunidad en estado de shock. La mamá, aún incrédula, culpa al videojuego Free Fire de la tragedia.
Cuando regresó de la chacra se encontró con la desgarradora escena. Según contó a los vecinos, su hijo estaba tan metido en el mundo virtual que se olvidó de la realidad. “Su mamá contó que jugaba demasiado a eso (Free Fire)”, dijo un lugareño. La comunidad educativa y los vecinos están asustados tras el desenlace.
El chico iba al colegio, pero en los últimos tiempos se había vuelto rebelde y no quería escuchar a su madre. “Su mamá lo llevaba a un retiro espiritual, lo llevaba a la iglesia, pero esta vez tomó esta drástica decisión”, comentó un poblador. Por otro lado, la madre estaba preocupada por su hijo, ya que el celular se había vuelto motivo de peleas constantes en casa. “Ese jueguito lo volvía loco. Según su mamá, no podía dormir en las noches porque estaba muy pendiente del juego”, agregó la fuente.
El adolescente era reservado, pasaba la mayor parte del tiempo en casa, no socializaba con compañeros del colegio y ni siquiera tomaba bebidas alcohólicas. Todo esto hace que resulte extraño cómo llegó a obsesionarse tanto con los videojuegos. En el pueblo circulan varias versiones, incluyendo una que apunta a que alguien dentro del juego le pidió que atentara contra su familia. Al final, terminó quitándose la vida.
“Todos estamos muy tristes, aún no podemos creer lo que pasó. Era un niño muy bueno, el hijo mayor de la señora, que es madre soltera”, comentó una vecina.
No es la primera vez que Free Fire está en el centro de una tragedia
El año pasado, dos adolescentes de 14 y 16 años huyeron de sus casas en Pedro Juan Caballero porque su mamá les pidió que dejaran los celulares a la hora de almorzar. Estaban tan enganchados con el jueguito que se fugaron a Brasil, donde fueron ubicados después.
En otro caso, un chico de 16 años en San Estanislao también atentó contra sí mismo por culpa del Free Fire. Además, hay muchos casos de niños y adolescentes que han sido sextorsionados por pedófilos solo para comprar diamantes y seguir metidos en la realidad virtual de los videojuegos.
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Expertos ya han advertido sobre los riesgos de estos videojuegos, que pueden generar adicción, violencia en la vida real y exponer a los menores a personas inescrupulosas.
Miguel Ángel Gaspar, especialista en ciberseguridad, ha aconsejado en múltiples ocasiones a los padres que acompañen a sus hijos para saber en qué están metidos y que establezcan límites con los jueguitos. “El control parental es clave para evitar estos problemas tan graves con los menores”, señaló firmemente el experto.
La tragedia en Caazapá ha dejado a todos preguntándose si esta pérdida se podría haber evitado. Una vez más, se pone sobre la mesa la necesidad de tomar medidas más estrictas para proteger a los adolescentes del peligro de los juegos en línea que, si no se controlan, pueden desencadenar desenlaces tan tristes como este.
Fuente: Diario Extra
