El Departamento de Justicia de Estados Unidos le ha lanzado un ultimátum a Google: quieren que se deshaga de su navegador Chrome. El navegador más popular del mundo está en el ojo del huracán, y es que el gobierno no está muy contento con el monopolio que la compañía tiene en las búsquedas en línea.
El miércoles por la noche, en un documento judicial, los abogados del gobierno propusieron que Google se deshaga de Chrome para romper con esta posición dominante. Además, sugieren que el juez Amit Mehta impida a Google firmar acuerdos con gigantes como Apple y Samsung para que su motor de búsqueda sea el predeterminado en sus dispositivos.
Todo esto viene después de un fallo importante en agosto cuando el juez Mehta determinó que Google había estado jugando sucio con la competencia. Varios estados se han unido a este movimiento, respaldando la idea de que estos cambios podrían abrir un mercado ahora cerrado a cal y canto.
En palabras del Departamento de Justicia: “Restaurar la competencia en los mercados para las búsquedas generales y de anuncios de búsqueda por texto requiere reactivar el proceso competitivo que Google ha asfixiado por mucho tiempo”. Directos y al grano.
Google, por supuesto, no se quedó callado. La empresa respondió diciendo que el Departamento de Justicia está impulsando una “agenda intervencionista radical” que, según ellos, haría más daño que bien a los estadounidenses y al liderazgo tecnológico del país. Kent Walker, el presidente de Asuntos Globales de Google, calificó la propuesta como “salvajemente exagerada”. Según Walker, rompería con productos de Google que la gente adora y usa a diario.
Ahora bien, Google tiene hasta el 20 de diciembre para presentar su respuesta oficial, y la decisión final del juez se espera para el verano del 2025. Así que todavía queda tela que cortar en esta historia.
Las estadísticas son contundentes: Google controla alrededor del 90% de las búsquedas a nivel mundial, según Statcounter. Y es que, entre Chrome y Android, Google se las ha ingeniado para canalizar un montón de usuarios hacia su motor de búsqueda.
El gobierno también quiere que Google no pueda volver al mercado de los navegadores por cinco años y están pidiendo un control judicial sobre Android. Todo para asegurarse de que Google no use su ecosistema para dar preferencia a sus propios servicios de búsqueda y publicidad.
Y por si no fuera suficiente, hay un elemento político en juego. Esta demanda se presentó en los últimos días de la presidencia de Trump. Con una posible vuelta de Trump a la Casa Blanca en enero, algunos se preguntan si esto podría cambiar la estrategia del gobierno. La profesora Rebecca Allensworth de Vanderbilt opina que sería raro que se retractaran de una demanda que ellos mismos iniciaron, aunque reconoce que los estados podrían seguir adelante incluso si el gobierno federal decidiera dar un paso atrás.
Laura Phillips-Sawyer, de la Universidad de Georgia, dice que los cambios propuestos podrían ser clave para reavivar la competencia en el mercado. Según ella, el dominio de Google en las búsquedas le ha permitido refinar su algoritmo y vender publicidad de manera eficaz. Pero esos contratos también han hecho casi imposible para nuevos jugadores entrar al juego.
Si el juez acepta las propuestas del Departamento de Justicia, podríamos ver a nuevos competidores florecer. Pero, por ahora, todo está en el aire. ¿Será este el principio del fin para el dominio de Google? Solo el tiempo dirá.