Las algas marinas, un alimento ancestral que había caído en el olvido, han regresado a la escena gastronómica impulsadas por la tendencia de los «superalimentos». Nuestros antepasados ya las incluían en su dieta, y ahora, gracias a sus innumerables beneficios nutricionales, vuelven a ser valoradas como un ingrediente clave para la salud.
Estos organismos acuáticos, que crecen en aguas dulces y saladas, son verdaderas verduras marinas que siguen ciclos naturales similares a las plantas terrestres. Además de su importancia en la fotosíntesis global y en la mitigación del calentamiento climático, las algas marinas ofrecen una amplia diversidad de colores y formas, y se clasifican en tres grupos principales: algas pardas, rojas y verdes.
Entre los beneficios para la salud que aportan las algas marinas, según el experto en nutrición sana Kenneth Prange, se encuentra su alto contenido en calcio, hasta diez veces superior al de la leche. Su consumo regular en cantidades adecuadas ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, depurar el sistema digestivo, alcalinizar la sangre, limpiar el sistema linfático y favorecer la eliminación de metales pesados del organismo.
Además, las algas marinas poseen propiedades antivirales, antiinflamatorias e inmunomoduladoras, lo que fortalece el sistema inmunológico y previene enfermedades. Su riqueza en yodo, un mineral esencial para la tiroides y la salud general, y su capacidad de saciar sin aportar calorías de más, las convierten en aliadas ideales para evitar el sobrepeso y la obesidad.
Otra característica destacable de las algas marinas es su capacidad quelante, es decir, pueden absorber toxinas y metales pesados acumulados en el cuerpo y expulsarlos, contribuyendo a la depuración del organismo.
Recibí las noticias en tu celular: Canal de WhatsApp Ipparaguay
El papel de las algas marinas en la estabilización de los niveles de azúcar en sangre
El vínculo entre el ser humano y los mares se refleja en la similitud de la composición química del agua marina y la sangre que fluye por nuestras venas. Las algas marinas, organismos antiguos y resilientes, ofrecen un valioso aporte nutricional que puede contribuir al equilibrio de los niveles de azúcar en la sangre, depurar el sistema digestivo y favorecer la alcalinización y purificación sanguínea. Además, estas algas marinas poseen la capacidad de limpiar el sistema linfático y actuar como quelantes naturales, facilitando la eliminación de metales pesados nocivos del cuerpo humano.
El valor nutricional de las algas marinas
Según los expertos de Harvard, las algas marinas son una fuente rica en polisacáridos, un tipo de carbohidrato utilizado en la industria alimentaria como espesante y emulsionante. Estos polisacáridos actúan como fibras dietéticas y promueven la salud intestinal al ser un alimento prebiótico para las bacterias beneficiosas del intestino.
Las algas marinas son consideradas alimentos funcionales o nutracéuticos debido a sus componentes preventivos de enfermedades, como polifenoles, carotenoides y ácidos grasos omega-3. Por ello, en ocasiones se complementan con los alimentos para mejorar su perfil nutricional y antioxidante.
Las algas marinas son bajas en calorías debido a su alto contenido de fibra y agua, pero potencialmente ricas en minerales absorbidos del agua de mar. También contienen el aminoácido ácido glutámico, que se convierte en glutamato e imparte un rico sabor umami cuando se agrega a las recetas. Sin embargo, el contenido de nutrientes varía según la especie de alga y el lugar y momento de la cosecha.
Recibí las noticias en tu celular: Canal de WhatsApp Ipparaguay
En ese sentido, las algas marinas pueden contener fibra soluble e insoluble, polisacáridos, ácidos grasos esenciales poliinsaturados (DHA y EPA), yodo (laminaria y otras algas pardas), potasio, hierro (alga parda sargazo), magnesio (alga parda laminaria japónica), alcohol de azúcar (manitol, sorbitol), fitoquímicos, polifenoles y carotenoides.
Cómo incorporar las algas marinas en la dieta
Prange destaca la versatilidad de las algas marinas en la preparación culinaria, aportando un color y textura únicos a cualquier plato. En este sentido, recomienda incorporarlas en sopas, ensaladas y como acompañante de otros platos. Además, sugiere consumirlas en polvo, como la espirulina y la chlorella, y se pueden agregar a batidos verdes.
El método de cocción varía según la variedad de alga y el sabor deseado. Mientras las frescas se pueden cocinar para acompañar pescados y sopas, o freír entre 5-20 segundos como snacks crujientes, las deshidratadas son ideales para elaborar caldos con intenso sabor umami.
Se recomienda remojar las deshidratadas por un período específico según su tipo, antes de cocinarlas, ya que al rehidratarse se expanden de 5 a 10 veces su volumen original, por lo que se aconseja
Fuente: Infobae