El próximo 6 de octubre, Paraguay dará el salto al horario de verano, adelantando el reloj una hora. Sin embargo, la discusión sobre si este cambio temporal se convertirá en permanente está en el centro del debate político.
Este martes 24 de septiembre, la Cámara de Diputados votará sobre un proyecto que establece el horario de verano como único para todo el año. La iniciativa, aprobada por el Senado el pasado 26 de junio, podría convertirse en ley si la Cámara Baja la aprueba. De no hacerlo, la ley entrará en vigor automáticamente el 26 de septiembre.
Tras cinco años de intentos, parece que la propuesta de un solo horario podría finalmente prosperar. Sin embargo, la decisión no está exenta de controversia. Mientras algunos sectores argumentan que el horario de verano aprovecha mejor la luz solar, otros, como la Unión Nacional de Educadores (UNE), se oponen.
Rafael Resquín, vocero de la UNE, advierte que los niños tendrían que ir al colegio antes del amanecer durante el solsticio de invierno, lo que podría afectar su bienestar.
En el Mercado 4, la opinión pública se divide. Algunos permisionarios prefieren mantener los dos horarios, mientras que otros apoyan la permanencia del horario de verano.
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La Comisión de Educación del Senado, basándose en datos del profesor Carlos Sauer de la Facultad de Ingeniería, argumenta que el horario de verano en invierno sería perjudicial.
Según la Comisión, el sol saldría a las 7:40 de la mañana en invierno, lo que obligaría a las personas a salir de sus casas a oscuras. Además, retrasar el inicio de clases a las 8:00 AM no sería viable debido a los problemas logísticos que generaría en los colegios de triple turno.
En zonas rurales, la falta de alumbrado público dificultaría la movilidad en caso de que el horario de verano se aplicara durante todo el año.
Por su parte, los sectores gastronómicos y de entretenimiento se inclinan por eliminar el horario de invierno, ya que la oscuridad reduce significativamente sus actividades.
El proyecto, si es aprobado por la Cámara de Diputados, pasará al Poder Ejecutivo, donde el presidente Santiago Peña tendrá la última palabra, decidiendo si lo promulga o lo veta.
Fuente: Diario Hoy py