Crítica del Obispo a Católicos Corruptos: Durante el cuarto día del novenario dedicado a la Virgen de Caacupé, el obispo de Concepción, Miguel Ángel Cabello, dirigió un mensaje crítico a aquellos que se autoproclaman católicos pero incurren en actos de corrupción. En su homilía, destacó la incompatibilidad de profesar amor a Dios mientras se falta al amor al prójimo y se cae en la corrupción.
📖 Reflexión sobre la Oración y la Palabra de Dios
El obispo centró su discurso en la importancia de la oración a través de las Sagradas Escrituras, enfatizando que es en la lectura de la Biblia, mediante la práctica de la lectio divina, donde los creyentes encuentran la verdadera voz de Dios. Resaltó que este encuentro con las Escrituras debe inspirar una transformación personal que permita ver a través de los ojos de Cristo.
💔 Llamado a la Conversión Genuina
El religioso enfatizó que los católicos deben cuestionarse durante su oración interior si sus acciones realmente reflejan el amor y la voluntad de Dios. Criticó a quienes, a pesar de afirmar conocer y amar a Dios, no demuestran amor hacia sus semejantes, calificándolos de hipócritas ante los ojos divinos.
🌍 Problemas Sociales y la Ausencia de Fe
Miguel Ángel Cabello vinculó los males sociales como la corrupción, la inseguridad y la violencia con la falta de fe genuina en Dios. Según él, estos problemas son el reflejo de una sociedad que ora incorrectamente o que directamente no cree en Dios.
🔄 Compromiso con la Transformación Social
El obispo concluyó su mensaje exhortando a la comunidad a comprometerse con un cambio de vida inspirado por una auténtica relación con Dios. Subrayó que la verdadera fe no es evasiva, sino un motor para la construcción de una sociedad más justa y honesta.
📚 Autenticidad en la Práctica Religiosa
El obispo de Concepción, en su sermón, instó a los fieles a reflejar en sus acciones diarias los valores y enseñanzas de la fe católica. Hizo un llamado especial a aquellos que, aunque se identifican como católicos, sus actos contradicen los principios morales y éticos del cristianismo. “La fe no solo se declara, se vive”, enfatizó.
