Impresionantes 4 Rocas con forma de Elefante formada por la naturaleza: Imagínate encontrarte con enormes elefantes de piedra en los lugares más insólitos del mundo. ¿No te parece alucinante? Pues quédate por aquí, que en este artículo te vamos a mostrar cuatro rocas con forma de elefante repartidas por el planeta.
La naturaleza es una artista increíble que lleva millones de años moldeando la corteza terrestre. Con la ayuda del mar, el viento, los glaciares y la lluvia, ha esculpido estas impresionantes figuras. Aunque la ciencia nos explica cómo se formaron, es divertido imaginar que estos elefantes de piedra son réplicas místicas de Ganesha, o que los mamuts del pasado quedaron petrificados para siempre. Lo cierto es que estos gigantes de roca te dejan sin palabras.
1. Isla Heimaey, Islandia
En la isla habitada de Heimaey, en Islandia, la erosión ha hecho de las suyas, tallando ojos, mandíbula y trompa en una roca basáltica que tiene el mismo color de la piel de un elefante. Es como si la naturaleza hubiera querido esculpir un elefante directamente en la roca.
Video: La increíble piedra voladora que parece desafiar la gravedad
2. Tongaporutu, Isla Norte de Nueva Zelanda
Si el elefante de Islandia tiene la cabeza bien detallada, el de Nueva Zelanda parece estar caminando por la orilla, saliendo del agua. Cerca de Tongaporutu, en las formaciones conocidas como las Tres Hermanas (Three Sisters), se encuentra la famosa Elephant Rock. Solo puedes llegar a verla cuando la marea está baja. Por su tamaño, más que un elefante parece un mamut.
3. California, Estados Unidos
En el Parque Nacional de Point Reyes, en California, hay otro enorme elefante de piedra. Aquí, la imaginación vuela más alto, llegando a ver un elefante bebiendo agua. Es una visión tan fantástica que te hace dudar si estás en un sueño o en la vida real.
4. Cerdeña, Italia
Al norte de la isla de Cerdeña, cerca de Castelsardo, está la famosa Roccia dell’Elefante. Esta roca parece un paquidermo a punto de entrar en la carretera 134. Es un fragmento de roca que se desprendió del monte Casteddazzu, rodó valle abajo y luego fue erosionada. Pero eso no es todo, en su interior tiene dos cuevas funerarias del Neolítico, conocidas como “domus de janas”. ¡Impresionante!
Así que ya sabes, si alguna vez tienes la oportunidad de ver alguna de estas rocas en persona, no te la pierdas. La naturaleza nunca deja de sorprendernos con sus obras maestras.
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